Un pequeño desvío

Volcán Villarrica




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El ascenso del volcán

El 10 de febrero del 2019, llegamos a Pucón para descubrir la Región de la Araucanía e intentar escalar el volcán Villarrica. Un amigo que vive en Santiago nos había animado a hacerlo. Él lo había hecho durante el invierno austral en esquí de travesía y, como para esta escalada se recomienda salir con un guía, él se fue con Rodrigo, de Mawida Adventures.

Durante este primer día en Pucón caminamos y visitamos las calles. En un momento dado vimos una agencia y, como estaba abierta, entramos pensando que no perdíamos nada por pedir información. El señor de la agencia nos dijo que al día siguiente haría mejor clima pero que, como habría viento, no nos aconsejaba la escalada.

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¡Sube a uno de los volcanes más activos de Chile!

Un poco desmotivados después de oír esto, continuamos nuestro camino hacia los locales de Mawida Adventures, con la esperanza de que aceptaran acompañarnos para escalar. Entramos en la agencia y hablamos con la persona de la recepción para averiguar si era posible escalar al día siguiente. Al consultar la previsión del tiempo, también nos dijo que habría mucho viento y que por eso el ascenso, aunque posible, sería más difícil de lo habitual. Elise y yo nos miramos y comenzamos a hablar entre nosotros, pero no podíamos decidirnos sin saber el nivel de dificultad de esa montaña.

Unos minutos después de nuestra llegada, entró una persona que parecía trabajar en la agencia. Se dirigió a nosotros de una manera muy dinámica y que mostraba que había percibido nuestras dudas: « Entonces, ¿qué es lo que queréis hacer? ». Le dijimos que nos gustaría subir a la cumbre del Villarrica al día siguiente, pero que aparentemente el viento planteaba problemas. En ese momento fue él quien de nuevo consultó el pronóstico meteorológico. Después de echarle un vistazo levantó la vista y nos dijo: « Bueno, vamos, mañana subiremos al Villarrica ». Elise y yo nos volvimos a mirar y pensamos: « Se ve muy confiado y eso nos da confianza”. Además, nos dió un argumento adicional: « con estos pronósticos de viento, habrá menos personas ».

Después de charlar un poco más con él, nos dimos cuenta de que esa persona era Rodrigo, ¡el guía que nos había recomendado nuestro amigo de Santiago! Rodrigo nos dió cita al amanecer de la mañana siguiente para tratar de ser los primeros en acceder al Parque Nacional Villarica (a unos 15 km de Pucón) y evitar las colas de acceso, que se alargan muy rápido.

Dejamos la agencia, muy contentos de poder partir para el ascenso del volcán Villarrica al día siguiente.

¡Recomendamos la agencia Mawida Adventure para subir al Volcán Villarrica!

El 11 del febrero de 2019 nos despertamos cuando todavía estaba todo oscuro. Dejamos el albergue juvenil (Chili Kiwi Hostel, que lo recomendamos por cierto) después de un buen desayuno. Nos encontramos con Rodrigo en la agencia para equiparnos. Mawida Adventures proporciona todo: botas de alpinismo, crampones, piolet, sogas, pantalones y chamarra de abrigo. Una vez bien equipados, estamos listos para vivir una experiencia extraordinaria: el ascenso de un volcán activo que además es uno de los más activos de Chile.

Nuestra aventura comienza en el mismo momento de abandonar la agencia, donde nos recoge Rodrigo con su pick-up en el que conocemos a Luis, un guía en prácticas, que subirá con nosotros. Eso es genial, porque así tenemos un guía cada uno. Como era de esperar a esas horas, la entrada al parque fue muy rápida: éramos los primeros frente a la barrera. Rodrigo se encargó de los papeles y por fin entramos en el parque. Gracias a su pick-up pudimos avanzar más arriba de lo esperado, aunque la pista está fatal, llena de baches. Después de un tramo bien movidito llegamos al punto de partida. Rodrigo estaciona el Pick-up debajo de un refugio utilizado para los telesillas porque, sí, aunque parezca increíble, la base del volcán es una estación de esquí operativa durante el invierno.

¡Un buen ambiente desde el comienzo de la subida al volcán Villarrica!

A partir de ese momento nos tocó usar nuestras piernas para subir. El ascenso empezó muy bien, con un Rodrigo que no paraba de bromear y de soltar algunas palabras en francés. Fue bastante divertido, porque usábamos tres idiomas para comunicarnos (bueno, por mi parte solo dos ¡porque mi español deja bastante que desear!). Además, por el viento no había demasiada gente para subir, así es que todo era perfecto.

Llegamos al primer descanso bastante rápido, en las ruinas de una caseta de hormigón del telesilla que destruyó la erupción de 1971. Desde entonces no existe un telesilla en el mundo tan alto como aquel. Después de esta primera parada llegamos al meollo del asunto. Unos metros después de abandonar la caseta en ruinas tuvimos que ponernos los crampones para poder seguir anvanzando por la nieve.

Cuanto más avanzábamos, más pesadas se nos hacían las piernas, sobre todo porque había desaparecido el sendero y entonces ascendíamos por el camino más corto. El cansancio comenzaba a sentirse y Rodrigo propuso hacer una segunda parada para comer algo y recuperar fuerzas. Nos detuvimos en una magnífica cresta con una vista impresionante de toda la región. Al mirar hacia arriba, podíamos ver las lenguas de humo que salían de la cima, a 2847 m / 9340 ft.

¡Una vista impresionante sobre la región de la Araucanía!

Retomamos el ascenso, esta vez con una subida cada vez más pronunciada y un viento que soplaba muy fuerte. Roberto decidió sacar la soga para encordarnos y continuar subiendo, prácticamente en línea recta, por la nieve helada. La cumbre estaba cada vez más cerca, pero como la subida se volvía casi vertical, sacamos nuestros piolets para aferrarnos a la ladera del volcán.

Como el humo de las fumarolas del volcán se acercaba cada vez más, Rodrigo y Luis nos aconsejaron que nos pusiéramos las mascarillas para no respirar los gases de azufre.

Después de 4 horas de caminata, ¡estábamos en la cima del Villarrica! Con la cantidad de gases y de fumarolas era imposible ver todo el cráter de 200 m de diámetro. Pero al no tener los humos de cara por estar en el flanco derecho del volcán, pudimos disfrutar de un magnífico panorama de toda la región, y en particular de los volcanes vecinos: Lanín, Llaima, Quetrupillán y Lonquimay.

A pesar del fuerte viento, pudimos tomar algunas fotos, videos y disfrutar muchísimo de estar en la cumbre del Villarrica.

El volcán Villarrica se eleva por encima de Pucón y del lago Villarrica.

Elise y yo hubiéramos querido quedarnos allí mucho más tiempo, pero era el momento de bajar, cosa que hicimos bastante rápido, atravesando el lado nevado del volcán. Al bajar imagino lo increíble que sería hacer este descenso en snowboard…

La bajada sigue castigando un poco más nuestras piernas y, cuando llegamos al pick-up de Rodrigo, las tenemos tan pesadas que recostarnos en los asientos nos sienta de maravilla.

Regresamos tranquilamente a la agencia, donde nos cambiamos para disfrutar después de una copiosa merienda con cerveza y el famoso Pisco Sour* para beber que nos ofrecieron en la agencia. ¡Un momento mágico de relax total para concluir un día lleno de emociones… (* El pisco sour es un cóctel típico de la cocina sudamericana a base de pisco y jugo de limón).

Si tú también quieres intentar el ascenso de Villarrica en buena compañía y con un equipo de profesionales amables y sonrientes, ¡te recomendamos sin dudarlo Mawida Adventures!

A SABER


Interés

Dificultad

Distancia

6.8 km / 4.2 millas

Tiempo

Aproximadamente 6 horas

Altitud

2847 metros / 9340 pies

Elevación

1400 metros / 4593 pies

Información útil

Ver en Caltopo (detallado)

Ver en Google Maps (básico)

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